Cochinillo Asado, Sencillo y sabroso, al que solo hay que sumar el saber hacer, la tradición y el tiempo necesario para lograr esa piel dorada y crujiente, ese sabor único.
Es esta una de las elaboraciones gastronómicas más conocidas de España
El resultado es espectacular y aunque esta delicia resulta mejor en horno de leña, puede hacerse de forma más doméstica en el de cualquier cocina con buenos logros, nunca será igual; pero sí más que aceptable. Agua y sal es lo fundamental; pero hay quien le añade ajos pelados y muy picaditos mezclados con la manteca, sal gorda, tomillo y orégano.
INGREDIENTES :
1 cochinillo
Manteca de cerdo ibérico (para untar en la piel)
Agua
Sal
Para hacer un cochinillo asado absolutamente delicioso, increíblemente tierno y con una piel súper crujiente sólo tenemos que seguir estos pasos, tener paciencia y mucho mimo al cocinarlo. Precalentamos el horno a 150 ºC. Cuando el termostato nos avise empezaremos a preparar nuestro cochinillo para meterlo al horno.
Para cocinarlo utilizaremos la bandeja del horno y la rejilla. Pondremos el cochinillo sobre la rejilla. Lo primero que haremos será tapar con un poco de papel de aluminio las orejas del cochinillo porque si no se nos quemarán ya que son muy finas. Las untamos un poquito con grasa antes para que no se nos quede muy pegado el papel y que luego sea más sencillo retirarlo.
Ponemos la rejilla sobre la bandeja del horno. Colocamos el cochinillo boca arriba sobre la rejilla con cuidado. Le ponemos sal a los interiores y en la bandeja echamos agua hasta la mitad más o menos.
De esta forma el cochinillo se irá asando a baja temperatura poco a poco y conservará los jugos en la carne para que quede tierna. Además el agua que colocamos en la bandeja dará humedad al cochinillo aunque la rejilla dejará correr el aire entre el cochinillo y la bandeja.
Transcurrida la hora de cocinado, abrimos el horno y con mucho cuidado sacamos el cochinillo con la bandeja. Mientras le damos vuelta y lo pintamos con manteca de cerdo por el lado de la piel subimos la temperatura del horno a 180 ºC.
Le ponemos sal por la parte de la piel también. Cuidado con los jugos que acumula en las cavidades mientras se cocina boca arriba.
Debemos tener cuidado al darle la vuelta y que los jugos se depositen en la bandeja del horno sobre la que tenemos la rejilla para que se vayan mezclando con el agua que pusimos y se vaya haciendo la salsa que acompañará después nuestro cochinillo.
Cuando el horno nos avise de que ha llegado a la temperatura deseada lo abrimos y metemos de nuevo el cochinillo en el mismo nivel que lo teníamos antes. Lo dejaremos 1 hora y media aproximadamente y lo abriremos cada 20 minutos para pintar la piel con la manteca de cerdo. De esta forma conseguiremos que la piel vaya quedando dorada y súper crujiente.
Si vemos que el agua de la bandeja evapora demasiado le añadimos un poquito más pero no hay que echar en exceso ya que nos interesa que reduzca un poco para que se haga la salsa.
El último cuarto de hora subiremos el calor de horno hasta los 200 ºC, quitamos el papel de aluminio de las orejas del cochinillo y dejaremos que se termine de dorar a esta temperatura. Para servirlo podemos hacerlo en una fuente de barro que conserva bien el calor.
La salsa podemos poner un poco en el fondo y lo demás servimos en una salsera, así no se nos sumergirá y empapará la piel crujiente del cochinillo Asado.